FRANCISCA DE PEDRAZA: la primera mujer española en obtener una sentencia de divorcio por
malos tratos.
Francisca
de Pedraza nació Alcalá de Henares de finales del siglo XVI. Era huérfana y su infancia
transcurrió en el convento de las Carmelitas Descalzas de Alcalá de Henares, el
cual abandonó para casarse con Jerónimo Jaras.
Tras
su matrimonio, lo que podría haber sido un hogar feliz, se convirtió en un
infierno. Golpes, humillaciones, amenazas y el despilfarro de su dote hicieron
que Francisca de Pedraza acudiese a la Justicia para acabar con su matrimonio.
En 1618
acude al corregidor de Alcalá, pero no consigue ningún resultado, ya que los
asuntos matrimoniales son cosa “de Dios”. En 1620, interpone una demanda de
divorcio en el Palacio Arzobispal con la intención de poder vivir alejada de su
marido. Ante la jurisdicción eclesiástica expone todas las palizas y muestra
las marcas de su cuerpo al tribunal, pero solo consigue una sentencia que
aconsejaba a su marido ser bueno, honesto y que deje de maltratarla.
Durante años siguió intentando
divorciarse de Jerónimo Jaras, aunque sin éxito. Solicitó y consiguió una cédula del
nuncio del Papa en España, para que llevase su pleito a otra jurisdicción. El nuncio
le recomendó que acuda a la justicia universitaria.
Finalmente, es el rector Álvaro de Ayala
y el tribunal universitario los que dictan en 1624 su sentencia, en la que se
establece el divorcio, la devolución de la dote y una orden de alejamiento.